El director general de Primigea, César Luaces, el presidente ejecutivo de Cepco, Luis Rodulfo y varios directores generales de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, entre ellos el de Oficemen, Aniceto Zaragoza, han asistido, el pasado día 7 de abril a una reunión sobre el Plan de Respuesta a los aranceles americanos, presidida por Alberto Núñez Feijoo, presidente del Partido Popular, con la asistencia de Cuca Gamarra, Juan Bravo (Economía), Francisco Conde (Industria), Paloma Martín (Sostenibilidad). Además, asistieron los consejeros Autonómicos de economía de 11 comunidades autónomas del PP y Canarias y los portavoces del PP en otras cuatro comunidades autónomas más.

En su intervención de Feijoo aseguró que es imprescindible encarar esta nueva situación y emplazó, para ello, al Gobierno a elaborar un Plan de Competitividad Industrialsin distinción ni ideología”, a revisar cada una de las 97 subidas de impuestos y a presentar unos presupuestos generales del Estado porque no vale la “prorroga de la prórroga”.

Reclamó al Ejecutivo tres decisiones inmediatas: ampliar la vida útil de las nucleares, eliminar el impuesto sobre el valor de la producción energética -la aplicación de ambas supondría 16.000 millones de euros para hogares e industria en los precios de la energía en los próximos cinco años- y elaborar un plan de infraestructuras hidráulicas para asegurar la disponibilidad de agua.

Planteó diez medidas al Ejecutivo, cuatro en el ámbito comunitario y seis en el nacional, para hacer frente a la política arancelaria impulsada por la administración estadounidense, que abarcaba, entre otras, la constitución de un fondo económico, la simplificación de trabas burocráticas, el impulso de nuevos mercados, así como la bajada de cotizaciones y el aumento de incentivos fiscales para los sectores afectados.

Luego los sectores tuvieron un breve turno de palabra, en el que el director general de Primigea manifestó, sin poder ser más explícito con cada uno de los sectores por las limitaciones de tiempo, que “Desde Primigea agradecemos y apoyamos las 10 propuestas presentadas, el enfoque y el tono. Al estar las MPM al inicio de todas las cadenas de valor, de su disponibilidad a precios adecuados, depende la competitividad de todas ellas, especialmente, de las de la industria. No olvidemos que estamos en un momento en el que el acceso a los recursos de MPM y la autonomía estratégica son una prioridad del máximo nivel mundial, que afecta a cuestiones tan sensibles hoy en día, como la transición energética o la defensa, entre otras».

Nuestra industria tiene una balanza comercial favorable con EE. UU. de más de 800 M€ en MPM No energéticas, según datos del ICEX, pero con muchos desequilibrios en función del tipo de MPM. EEUU no ha puesto ningún arancel a las materias primas minerales ya que, para ese país, esta es una cuestión de la máxima prioridad nacional. Sin embargo, sí que los ha puesto a algunos de los productos derivados de la transformación de MPM.

EEUU es un mercado muy importante para alguno de nuestros sectores exportadores, como el yeso, la roca ornamental o el cemento que se verían muy afectados, como ya han expresado otros sectores de otros ámbitos. Pero también, nos preocupa una escalada de aranceles y, muy particularmente, de contra aranceles desde la UE. La Comisión Europea, tiene en su lista de contramedidas arancelarias a algunas de las MPM, como el Cobre y sus concentrados, Molibdeno y sus concentrados, Arenas naturales, arenas de sílice y arenas de cuarzo, Caolín y otras arcillas caoliníticas, Platino, Níquel y Aluminio y sus manufacturas.

Y esto nos sorprende, ya que va contra los propios intereses de la UE, como demuestra el Reglamento de MPFundamentales, dañando a la ansiada competitividad de la industria y a la autonomía estratégica. En algunas de las MPM, como es el caso del concentrado de cobre, además, dañaría solo a un Estado Miembro (este es el caso de algunas de nuestras empresas) y, además, no se haría un daño particular a EEUU ya que hay un importante déficit mundial y lo tiene vendido en cualquier otra parte del mundo.

También nos preocupa que nuestros mercados de exportación logrados con tantos esfuerzos vayan a ser “invadidos” por terceros países mantenidos al margen de esta guerra arancelaria. Y todos sabemos que la sustitución de unos proveedores por otros es enormemente difícil de revertir posteriormente.

Por lo tanto, además de las medidas propuestas, y del enfoque Diplomacia, inteligencia y unidad que compartimos plenamente, en nuestro caso agradeceríamos apoyo a que las MPM se suprimieran del paquete de contramedidas de la UE, por su enorme impacto transversal en todas las cadenas de valor.

Además, nos unimos a la petición que han realizado otros sectores de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, de buscar un pacto de estado para la industria y de una Ley de Industria y Autonomía Estratégica con ambición que, con un paquete de medidas efectivas consensuadas, pueda dar un verdadero impulso a la industria en este momento tan difícil.” Este mensaje de Primigea fue considerado, ya que el propio Feijóo lo citó en su resumen posterior a la rueda de prensa.

Por otro lado, Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española manifestó que: “Este sector se ve especialmente afectado por esta situación, tanto por su dimensión internacional como por su vocación exportadora. La entrada en vigor de estas medidas arancelarias tendrá un impacto directo sobre nuestras ventas a ese mercado, pero también un efecto indirecto no menos preocupante: terceros países que pierdan acceso al mercado estadounidense redirigirán parte de su producción a Europa, aumentando la presión competitiva sobre nuestras empresas y saturando segmentos clave. Este efecto de vasos comunicantes puede resultar especialmente lesivo para determinados sectores industriales. En este contexto, queremos trasladar tres mensajes clave. En primer lugar, que en una guerra comercial todos pierden, y en una escalada, se pierde aún más. Es momento de reforzar la diplomacia y trabajar por soluciones negociadas. En segundo lugar, consideramos fundamental que la respuesta de la Unión Europea sea unitaria: firmeza, sí, pero evitando distorsiones internas. No podemos permitirnos una respuesta que genere desigualdad entre Estados miembros. En tercer lugar, subrayamos que el impacto será desigual por sectores, y que por tanto se requiere monitorización continua, diálogo estrecho con las empresas y respuestas específicas, ajustadas a cada caso, no medidas generalizadas».

Al mismo tiempo, creemos que esta coyuntura debe servir como palanca para actuar con más decisión dentro de nuestras fronteras. En un entorno internacional cada vez más incierto, nuestra mejor defensa comienza en casa. La competitividad interna es la base de nuestra proyección exterior. Por ello damos la bienvenida a su propuesta de impulsar un Plan de Competitividad Industrial que creemos imprescindible sea ambicioso y contenga medidas inmediatas.

Dicho Plan debe prestar especial atención al coste energético, que sigue siendo una barrera crítica en muchos sectores industriales, pero también a otros vectores de competitividad tal y como les hemos propuesto en el documento de 60 Medidas de Competitividad Industrial que les remitimos recientemente.

En ese sentido creemos que la Ley de Industria, actualmente en tramitación parlamentaria, debe convertirse en una herramienta decisiva para potenciar la competitividad de nuestras empresas y que también debe establecer un mecanismo de financiación estable que respalde el fortalecimiento de activos industriales estratégicos. Una industria fuerte, moderna y competitiva no es solo un pilar económico: es garantía de cohesión territorial, empleo de calidad y soberanía productiva. Por ello, reiteramos nuestra voluntad de colaborar en lo que puedan requerir para defender los intereses industriales de nuestro país en este momento complejo.”

Aniceto Zaragoza, por Oficemen, trasladó que EEUU es el segundo mercado de exportación de cemento y que la preocupación de esa industria es máxima. Asimismo, Luis Rodulfo expuso la problemática de los productos de construcción, representados por Cepco, y alertó sobre “el impacto de los nuevos aranceles de EE.UU que es, en términos generales, el segundo país, detrás de Francia, al que viajan nuestros productos con un valor, en el año 2024, de unos 2.367 millones de euros. Esas cifras representan el 8,6% de la exportación total del sector de Materiales de construcción y el 13% de toda a exportación española hacia EE.UU. Desde Cepco solicitamos a las autoridades españolas y europeas la búsqueda de soluciones para reducir el impacto de los aranceles en nuestra industria”.