La Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha valorado favorablemente el reciente anuncio de la Comisión Europea, que refuerza los esfuerzos para reducir los precios de la energía mediante un conjunto de medidas destinadas a aliviar la carga de industrias y consumidores en toda la Unión Europea.

En palabras de su portavoz, Carlos Reinoso, la Alianza destaca que “valoramos positivamente que la Comisión Europea reconozca de nuevo la gravedad del problema energético para la industria, así como la urgencia de actuar. La elevada carga de impuestos y gravámenes en la factura eléctrica —que en algunos casos supera un tercio del coste total— sigue siendo una barrera crítica para la competitividad y la supervivencia de sectores industriales esenciales”.

Reinoso subraya además que, si bien Bruselas ha puesto sobre la mesa herramientas clave —como el uso reforzado del marco de ayudas estatales (CISAF) o la reducción del riesgo financiero de los contratos de compra de energía (PPA)—, “corresponde ahora a los Estados miembros implementarlas sin demora. España debe tomar decisiones valientes y revisar con urgencia la fiscalidad energética que penaliza a nuestras empresas. La industria no puede esperar más”, añadió.

El portavoz concluye reclamando “medidas concretas y aplicables de inmediato que garanticen que la recuperación y la transición energética se basen en la competitividad y el empleo”.

 

Cinco claves para la industria sobre el anuncio de la Comisión Europea

  • Refuerzo del marco de ayudas estatales (CISAF):

La Comisión insta a los Estados miembros a utilizar plenamente el marco revisado para apoyar a las industrias intensivas en energía, tanto en la reducción de precios como en la descarbonización. Antes de final de año, se ofrecerá orientación específica sobre su aplicación.

  • Inversión en redes y almacenamiento energético:

Se fomenta el uso de fondos de cohesión no utilizados para reforzar infraestructuras energéticas nacionales. Los Estados miembros podrán presentar programas revisados antes de final de año, con apoyo técnico de la Comisión.

  • Impulso a los acuerdos de compra de energía (PPAs):

La Comisión promueve la colaboración con entidades financieras, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), para facilitar mecanismos de financiación y reducir riesgos. Además, se ha lanzado un programa piloto de 500 millones de euros para fomentar los PPAs corporativos.

  • Aceleración de permisos e infraestructuras:

Se reconoce que la lentitud en la concesión de permisos frena el desarrollo de energías renovables y redes eléctricas. Por ello, el nuevo “Grids Package” y la iniciativa “Energy Highways” incluirán medidas específicas para superar estos cuellos de botella.

  • Diversificación del suministro de gas y revisión fiscal:

La UE lanzará una iniciativa para agrupar la demanda de gas en Europa del Sudeste, con el fin de alcanzar acuerdos más competitivos con socios fiables. Asimismo, la Comisión prepara recomendaciones para reducir la carga fiscal sobre la electricidad, que actualmente puede representar hasta un tercio de la factura energética.