La última previsión económica de la Comisión Europea, publicada el 17 de noviembre de 2025, señala que la economía de la Unión Europea (UE) seguirá expandiéndose, aunque en un contexto externo marcado por la incertidumbre, y que España destaca entre las economías con mayor dinamismo interno.

Según la Autumn 2025 Economic Forecast, la economía de la UE crecerá un 1,4 % en 2025 y 2026, y aumentará ligeramente hasta el 1,5 % en 2027. Para la zona euro el crecimiento es algo más modesto: 1,3 % en 2025, 1,2 % en 2026 y 1,4 % en 2027.  Este desempeño sigue apoyado por un mercado laboral relativamente resistente, una inflación en descenso y unas condiciones de financiación favorables.

Inflación, déficit y desempleo en descenso lento

La inflación de la UE caerá del 2,5 % en 2025 a alrededor del 2,1 % en 2026 y al 2,2 % en 2027. En la zona euro, la inflación se reducirá del 2,1 % en 2025 al 1,9 % en 2026 y se estabilizará en torno al 2,0 % en 2027. El déficit público de la UE se sitúa en torno al -3,3 % del PIB en 2025 y 2026, subiendo ligeramente al -3,4 % en 2027; en la zona euro el déficit pasa de -3,2 % en 2025 a -3,3 % en 2026 y -3,4 % en 2027. En cuanto al desempleo, la tasa para la UE bajará de 5,9 % en 2025 y 2026 a 5,8 % en 2027; para la zona euro se prevé del 6,3 % en 2025, 6,2 % en 2026 y 6,1 % en 2027.

La Comisión advierte que el entorno externo sigue siendo complejo: la proliferación de aranceles, la apreciación del euro y los efectos de los conflictos geopolíticos podrían frenar las exportaciones de la UE y la productividad. En particular, la contribución de las exportaciones netas al crecimiento se espera que sea negativa en 2025 y 2026, para volverse neutra en 2027.

España: un crecimiento fuerte impulsado por la demanda interna

Para España, la previsión de la Comisión es significativamente más optimista: se espera un crecimiento del 2,9 % del PIB real en 2025, que se reducirá a 2,3 % en 2026 y a 2,0 % en 2027.

El impulso lo aporta principalmente la demanda interna —consumo privado e inversión— apalancada en un mercado laboral dinámico y una buena posición financiera de las empresas no financieras.  La inflación se reducirá del 2,6 % en 2025 al 2,0 % en 2026 y se mantendrá en ese nivel en 2027.

En términos fiscales, el déficit público bajará del -2,5 % del PIB en 2025 al -2,1 % en 2026 y 2027, mientras que la deuda pública se sitúa en torno al 100 % del PIB en 2025, con perspectiva de una reducción a 98,2 % en 2026 y 97,1 % en 2027. La tasa de desempleo se espera que baje del 10,4 % en 2025 al 9,8 % en 2026 y al 9,6 % en 2027.

El informe advierte, no obstante, de riesgos específicos: un enfriamiento mayor al esperado en la economía de los socios comerciales de España podría afectar al turismo y a la inversión empresarial. Además, una reducción de los flujos migratorios podría aminorar la dinamización del mercado laboral doméstico.

La previsión de la Comisión Europea refleja un escenario de crecimiento moderado pero continuado para la UE en su conjunto y un panorama más favorable para España gracias a la fortaleza de su mercado interno. Aunque los retos externos —aranceles, geopolítica, apreciación del euro— persisten, el hecho de que España aguante con tasas de crecimiento cercanas al 3 % en 2025 indica que el país está mejorando su resistencia frente al entorno global. De cara al futuro, la moderación del crecimiento prevista para 2026-2027 exige mantener reformas estructurales, inversión productiva y una política fiscal prudente para sostener ese impulso interno.