La asociación europea de metales no férreos, Eurometaux, junto con más de treinta grandes empresas y organizaciones del sector, ha dirigido una carta abierta a los líderes europeos instando a adoptar de inmediato medidas decisivas para restaurar la competitividad industrial y salvaguardar la economía del continente.

Tres años después del inicio de la que califican como “la crisis energética más grave de la historia moderna”, las empresas y los ciudadanos europeos siguen sufriendo los efectos de unos precios de la energía insosteniblemente altos y de una profunda incertidumbre sobre los costes de producción. Según el documento, la falta de respuestas estructurales eficaces ha provocado un deterioro progresivo de la base industrial europea, justo en un contexto de creciente competencia global.

Un sector esencial para la soberanía y la transición energética

La carta recuerda que la industria de metales no férreos —que incluye aluminio, cobre, zinc, níquel, silicio o plomo, entre otros— es esencial para la resiliencia económica de Europa y para el éxito de la transición energética y digital. Estos materiales son imprescindibles en tecnologías renovables, infraestructuras digitales y capacidades de defensa.

Sin embargo, lejos de expandirse, Europa está perdiendo capacidad de producción. Desde 2020, han cerrado veinte plantas de aluminio, silicio y zinc, con un impacto directo en el empleo, la inversión y las emisiones globales. Los firmantes subrayan que sustituir la producción europea, que ha reducido sus emisiones en más de un 62% desde 1990, por importaciones con una huella de carbono muy superior, contradice los objetivos climáticos y de autonomía estratégica de la Unión.

Además, alertan de que esta tendencia pone en riesgo el cumplimiento del Reglamento de Materias Primas Críticas, que prevé la creación de diez nuevas minas, quince instalaciones de procesado y quince de reciclaje en territorio europeo.

Reclamo de medidas concretas y urgentes

Eurometaux y las principales compañías del sector —entre ellas Aurubis, Boliden, Hydro, Glencore, Aluminium Dunkerque, Atlantic Copper, Eramet, Umicore y Nyrstar— proponen un conjunto de medidas prioritarias para restablecer la competitividad y garantizar la seguridad económica de Europa:

• Abordar de forma inmediata el elevado coste energético para las industrias electrointensivas, incluyendo la aplicación de un “amortiguador de precios”.

• Mantener y ampliar la compensación de costes indirectos de carbono, asegurando que el mecanismo de protección frente a fugas de carbono (CBAM) excluya las emisiones indirectas en los sectores afectados.

• Facilitar el acceso a electricidad competitiva a nivel global, mediante apoyo específico y garantías para acuerdos de compra de energía (PPAs).

• Convertir el EU ETS en un motor de descarbonización y resiliencia económica, evitando sobre costes que provoquen deslocalización industrial.

• Reducir las cargas regulatorias y de mercado que soportan las instalaciones metalúrgicas, incluyendo tasas, impuestos y costes de red.

• Asimismo, reclaman que se destine una parte significativa de los Contratos por Diferencia (CfD) al suministro de electricidad para industrias electro intensivas, tal como recomienda el Informe Draghi sobre competitividad europea.

Una llamada a la acción política inmediata

El comunicado concluye con un mensaje directo a los líderes europeos: “Europa no puede permitirse más retrasos mientras sus competidores en Estados Unidos, Oriente Medio y China se benefician de costes energéticos estructuralmente más bajos y políticas industriales que priorizan la seguridad energética para su industria”.

Eurometaux advierte que, sin una actuación urgente, Europa corre el riesgo de perder un sector estratégico para su prosperidad, sostenibilidad y autonomía. Las organizaciones firmantes declaran estar “preparadas para colaborar activamente con las instituciones europeas” en la búsqueda de soluciones que garanticen un futuro industrial sólido y sostenible para el continente.