Si ha habido en los últimos meses una noticia, relacionada con el marco normativo, que ha afectado de manera profunda a todo el sector de las materias primas europeo es el anuncio y posterior presentación por parte de la Comisión Europea de la Propuesta de Reglamento Europeo de Materias Primas Críticas. Tras un análisis detallado y profundo de este documento la industria extractiva expresada por la Coalición de las Materias Primas Esenciales (Essential Raw Materials Coalition), y con PRIMIGEA al frente, ha elaborado un documento de posición central suscrita por la inmensa mayoría de las Asociaciones Empresariales de la Industria Extractiva en la Unión Europea.

La idea central del documento radica en que si el nuevo Reglamento se dedica exclusivamente a los minerales críticos y estratégicos, dejando fuera al resto de materias primas esenciales (la inmensa mayoría, alrededor de un 98% del total), se estaría perdiendo la oportunidad de lograr cambios significativos de impulso para la industria, ahondando en la precaria situación de muchos explotadores, y frustrando los objetivos marcados en el Green Deal, los ODS o la Agenda 2030, 2050, puesto que ninguno es posible o realizable si no se asegura el suministro de todas las materias primas a lo largo de todas las cadenas de valor, sean esenciales, críticas o estratégicas.

Actualmente, la tasa de reposición de reservas autorizadas, en la mayoría de las materias primas minerales es inferior al nivel de consumo, lo que está hipotecando el suministro futuro a Europa, desde yacimientos europeos. Esta propuesta de Reglamento, lejos de ser neutra para ese 98% de las materias primas minerales que han sido excluidas, las perjudica gravemente pues la priorización de unas frente a otras empeorará los ya de por sí muy, en general, ineficientes procesos de tramitación, y puede ser la fuente de muchos conflictos en la aplicación práctica de unos nuevos derechos mineros frente a otros preexistentes, además de dividir al sector entre materias primas de primera y de segunda.

Es por ello por lo que, desde la Coalición, se solicita que el reglamento establezca una tercera categoría, la de las materias primas minerales esenciales; que los minerales esenciales gocen de un procedimiento de ventanilla única; con una duración de los procedimientos limitada en el tiempo (18/36 meses máximo), sin menoscabo alguno para las materias primas que la Comisión Europea ha definido como críticas o estratégicas.

Además de esta posición nuclear, se han recogido el resto de las observaciones de la coalición y las propias de PRIMIGEA, basadas fundamentalmente en dotar de una mayor seguridad jurídica al documento, con una mayor precisión respecto de los procesos, conceptos y definiciones aportados.

El documento integra también el de la posición de la industria europea que, no obstante, también se anexa.